Workshop sobre evaluación y aprendizaje en la acción climática
Workshop sobre los enfoques de evaluación y aprendizaje para fortalecer el cambio transformacional hacia la acción climática
Fundación Agreste fue seleccionada como uno de los 8 observadores del CIF a nivel global para participar en el Workshop anual organizado por Transformational Change Learning Partnership (TCLP) en Washington DC del 14 al 17 de Octubre de 2024.
El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad, y las soluciones requieren algo más que pequeños ajustes.
Para realmente mitigar sus efectos y adaptarnos a los nuevos escenarios, necesitamos un cambio transformacional, un enfoque profundo y estructural que involucre a todos los sectores de la sociedad.
¿Podemos hacer realidad este cambio?
Este evento, organizado por Transformational Change Learning Partnership (TCLP) del Climate Investment Funds (CIF) en las oficinas del Banco Mundial en Washington D.C., marca un momento clave.
Reuniendo a más de 50 expertos y líderes internacionales, las reuniones se centraron en debatir sobre cuáles son los enfoques de evaluación y las perspectivas de aprendizaje más importantes para mejorar las estrategias climáticas.
Durante las tres jornadas, representantes de los países, de los bancos multilaterales de desarrollo, de la sociedad civil, de los pueblos indígena y de los principales fondos climáticos, se centraron en discutir cómo podemos lograr que la acción climática tenga un impacto global duradero.
Abordando especialmente lo que respecta al financiamiento climático y la implementación de estrategias adaptativas, las lecciones compartidas en este evento resultan clave para transformar el futuro climático.
Mucho más allá de las pequeñas modificaciones
El cambio transformacional implica repensar por completo cómo abordamos la crisis climática, desde las bases mismas de nuestra sociedad, hasta las decisiones políticas y económicas en torno al desarrollo sostenible.
Se trata de transformar las estructuras actuales que están contribuyendo al problema y crear nuevas formas de operar que no solo mitiguen el impacto del cambio climático, sino que también nos permitan adaptarnos a sus efectos y promover una equidad social y ambiental.
Uno de los aspectos clave que surgió durante el evento fue la necesidad de que este tipo de cambio esté respaldado por una sólida base de aprendizaje y evaluación con base en un modelo colaborativo.
Las soluciones transformacionales no pueden imponerse de manera unilateral, deben basarse en un diálogo abierto, en el intercambio de ideas y, sobre todo, en la evaluación constante de qué está funcionando y qué no.
Por eso, uno de los principales temas discutidos en el encuentro fue el papel fundamental de los modelos de evaluación en los proyectos de inversión climática.
Además, la acción climática requiere estrategias adaptativas que respondan a los cambios en tiempo real. Durante el evento, se resaltó cómo las evaluaciones regulares permiten mejorar la eficiencia de las iniciativas, asegurando que los esfuerzos no solo aporten soluciones temporales, sino que apuesten por soluciones duraderas y de impacto en el desarrollo sostenible.
El cambio transformacional necesita de enfoques dinámicos y colaborativos para prosperar; por eso se resaltó lo importante que es trabajar juntos, organizaciones de todo el mundo, bancos multilaterales y decisores políticos, para aplicar las lecciones aprendidas y ajustar las estrategias en base a datos.
La colaboración como un pilar fundamental
Este evento de tres días también brindó una oportunidad única para intercambiar experiencias y enfoques en financiamiento climático, entendiendo mejor las barreras y oportunidades que enfrentamos en distintas partes del mundo.
La diversidad de voces y perspectivas fue crucial en las discusiones sobre las posibles soluciones, que pueden no tener un enfoque único que funcione para todos. Las realidades locales y las diferencias culturales deben tenerse en cuenta al implementar proyectos de gran escala.
El financiamiento climático debe estar diseñado de manera inclusiva, asegurando que aquellos que están en la primera línea sean parte de la solución, no como meros receptores, sino participando de la construcción de capacidades desde el diseño de las iniciativas.
Una visita al World Resources Institute
Iniciativa 20×20: Un ejemplo de cambio en acción
Aprovechando la visita a la ciudad de Washington, visitamos también las oficinas del World Resources Institute, entidad que lleva la coordinación de la Iniciativa 20×20.
Con el cálido recibimiento del equipo, siendo Fundación Agreste uno de los socios fundadores de la Iniciativa, la reunión nos permitió conocer los avances en la región y los próximos pasos después de algunas modificaciones en los diferentes países de la región.
La ambiciosa meta de restaurar 20 millones de hectáreas de tierras degradadas en América Latina es un esfuerzo que inició en la COP20 de Cambio Climático, y que a lo largo de los años fue sumando intenciones de restauración por parte de los diferentes países de la región.
Desde Fundación Agreste, este esfuerzo no solo tiene como objetivo restaurar ecosistemas dañados, sino que también busca mejorar la calidad de vida de las comunidades que dependen de estas tierras promoviendo el manejo sostenible de las tierras para la adaptación al cambio climático y la contribución a las metas nacionales de Neutralidad en la Degradación de las Tierras.
La restauración de tierras no es solo una solución climática, sino también una herramienta poderosa para impulsar la justicia social y económica, especialmente en las comunidades de montaña y las explotaciones de pequeños productores de las tierras secas.
Al recuperar tierras productivas en ecosistemas frágiles como estos, la población rural puede mejorar su seguridad alimentaria, generar ingresos sostenibles y transformar las comunidades hacia enfoque resiliente.
La acción climática es un compromiso colectivo
El evento del TCLP en Washington, así como la visita a la Iniciativa 20×20, nos dejó muchas lecciones valiosas.
El cambio requiere compromiso, colaboración y, sobre todo, un enfoque adaptativo. Las soluciones para enfrentar el cambio climático y la degradación de las tierras no serán efectivas si no se implementan con una visión a largo plazo, con transparencia y con la participación de todos los actores.
Este es un momento crucial, y desde Fundación Agreste seguimos comprometidos con el desarrollo, implementación y apoyo a proyectos que no solo mitiguen los efectos del cambio climático, sino que también generen un impacto positivo en las comunidades con un modelo de producción sostenible.